MANSEDUMBRE

  Desde un enfoque general lleno de dudas, acertijos y motivaciones el día a día se asoma como una sombra sin color y es esa sombra que con el pasar del tiempo se tiñe de color primaveral.   No hay pasar de momentos en que la vida no cambie de color y es seguro que todos en algún momento hemos sentido esa variación. Con la mirada de todos y ante todos la vida se convierte en un sentir de paz que brinda un dulce momento al caminar; pero es justamente en ese momento que no podemos olvidar que los días grises también confabulan y hacen el camino amargo y muchas veces acompañado de lágrimas sabor a sal. 

En una copa vacía un sin fin de sentimientos, que mas difícil es llenarla de recuerdos que vaciarla en dos intentos.   Cada vez que aparece la sombra de un recuerdo aglomerado se medita sobre el tiempo que ha pasado.  Aunque duela el recuerdo y no se logra percatar de cuentas veces ha paseado esta inmensa soledad.   Hay momentos en que pesa el recuerdo del pasado y aunque vuelvan los momentos ya no somos los mismos con los años.   No se puede definir que se siente estar añorando lo que fueron los momentos de un pasado no olvidado.

 Una vez más se dispone a partir desde la soledad de su cansada mirada, abatido ya por los años aunque recuerda que  hay sueños repletos de ilusiones y miradas que enternecen el corazón de su compañera.  Con continuos pasos apresurados se viste de valentía y coraje para decir sí a la faena, esa que durará un par de horas y que apenas empieza. Los años han apaciguado su carácter, hoy se dice desde la calma sin condena ¿Que sera de mí si nadie me espera?  Este es el sentido de los años veces nos hacen sentirnos consternados, cansados, flagelados y muchas otras veces también extasiados.  No hay nada que quede en duda, el sacrificio ante el dolor vale la pena y aunque no hay algo mas que duela así es el camino de quien espera. 

  Recordando que cada día es una nueva oportunidad para redefinir todo lo soñado aparecen y desaparecen momentos de angustia, frustración y desconsuelo. No hay camino que se cruce sin haberse caminado, suele ser la continua voz interna que se dice al alma para  no perder el animo y continuar impaciente esperando el cambio que dichosamente ha de llegar.  Todos hemos sido esclavos de la rutina, el desanimo y la fragilidad, sobre todo cuando nada parece acabar. Damos grandes pasos que parecen pequeños, creemos en la esperanza y acertamos en la fe. Sin embargo, no es cualquier lucha la que enfrentamos, es nuestra lucha por avanzar y solo eso nos permite en cada oportunidad volver a soñar.  No te sientas solo, no te sientas distraído, recuerda que en todo momento el poder que hay en tu alma va contigo. 

C omprendiendo el mensaje de paz , diría que es diferente a la sensación de tranquilidad y calidez que debería definirla, muchas veces la tranquilidad enmudece y nos recuerda la soledad que emana de un ambiente lleno de vanidad, egoísmo y perturbación. Me pregunto entonces, ¿Qué es lo que nos merecemos recibir? ¿Paz dentro de un mundo ruidoso o ser paz dentro de ese mundo? Cualquiera que sea nuestra opción estamos destinados a llevarlas con nosotros en todo momento, recordando siempre ante toda situación o momento lo que decidimos ser. Sin duda alguna la visión del mundo externo mejora cuando entendemos que somos un conglomerado de acciones y pensamientos caminantes, dispuestos a darlo todo y a entregarlo todo por conseguir un rocío de paz.

 En algunos días, cuando el sol alumbra y la noche se desvanece, se levanta el animo para emprender la nueva jornada. Algunas noches son nubladas, otras un poco mas serenas y claras, pero ante todo se impone el deseo de continuar esperando fervorosamente que de pronto todo cambie a favor de los deseos que nacen dentro del corazon.  Así emprende su lucha esta incansable y a la vez casi invisible mujer que por sobre todo siente el alma desgarrada por la falta de elogios, sonrisas y te quieros. De vez en cuando dosis de melancolía se asoman en unos cálidos ojos marrones pero la labor debe continuar y entre el pasar de horas laborales el pensamiento sigue latiente buscando mejores opciones para solventar.  Repetidamente se dice a si misma, calma, todo mejorara pero muchas veces es difícil cuando se siente que se lucha en soledad y que quienes le rodean son solo espejos de criticas, desilusiones, envidia y negatividad.  Solo existe un único momento de paz y es el silencio que se vuelve coti